Ya casi son las elecciones de 2023 y 2024, pero antes de que te pongas el chaleco y ondees la banderita del partido y del candidato… reflexiona un poco.
En Política llegará el momento donde te preguntes: ¿DEBERÍA DEFENDER A MI PARTIDO?
También habrá ocasiones en que te plantees una pregunta similar… ¿DEBERÍA SALIR EN DEFENDER A MI LÍDER DE MI PARTIDO?
Por supuesto que en cada caso es distinto, pero antes que nada, siempre debes hacer una evaluación COSTO – BENEFICIO.
Si en el próximo proceso electoral, tu partido o el personaje de tu partido, están desgastados a nivel reputación, debes estar consiente que sufrirás una consecuencia directa.
Por lo tanto, es necesario que tomes en cuenta, que si dicho “líder”, luego termina por ser parte de una crisis de imagen, tú seguirás pagando por haber dado la cara por él.
En ese sentido, es indispensable, que tengas plena claridad del riesgo que corres y del beneficio directo y palpable que estarías obteniendo por correrlo.
Aunque seamos claros, muchas veces te enfundas en la playera del color de tu partido o tu candidato, aún sabiendo que el beneficio para ti, realmente no existe, porque está solo en tu mente y esa suele ser una reacción poco meditada.
Pero si eres de los pocos líderes honestos, y tienes tu capital político, debes meditarlo muy bien, porque de poco le sirve a un partido o a un líder político, que tú, como figura relevante, te desgasten innecesariamente.
No defiendas causas perdidas, instituciones y personas que ante la opinión pública están devaluadas, porque esa es una decisión poco inteligente de tu parte, aunque muy común.
Recuerda que el capital más importante que tienes es tu marca política personal. No la debilites involucrándote en disputas, donde no te llaman y donde nada tienes por ganar.
Autor: Tony Michoacán
