03 de mayo de 2025
Ciudad de México.– La polémica vuelve a rodear a la ex primera dama Beatriz Gutiérrez Müller, luego de que fuera vista saliendo de la Embajada de España en México, donde —según fuentes internas— habría iniciado el trámite para obtener la nacionalidad española, hecho que ha generado un amplio debate público debido a su pasado crítico con la Corona española.
La solicitud, presuntamente realizada bajo los lineamientos de la Ley de Memoria Histórica —que permite a descendientes de españoles solicitar la ciudadanía—, ha sido interpretada por muchos como un cambio radical en la postura de la también académica y esposa del expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien en 2019 protagonizó junto a su esposo una petición formal al Rey de España para que se disculpara por los agravios cometidos durante la Conquista.
Aunque la Embajada de España no ha confirmado ni desmentido la solicitud, la sola presencia de Gutiérrez Müller en la sede diplomática ha sido suficiente para avivar los rumores en redes sociales sobre un eventual alejamiento de México, especialmente ahora que ella y el exmandatario mantienen vidas separadas.
La controversia también radica en que, de avanzar el trámite, Gutiérrez Müller tendría que jurar lealtad al Rey de España y a la Constitución del país europeo, un acto simbólicamente contradictorio con sus posturas anteriores. Las críticas no se han hecho esperar, señalando una incongruencia con su papel en uno de los episodios diplomáticos más tensos entre México y España durante el sexenio de AMLO.
Este giro ha recordado a muchos los casos de expresidentes como Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto, quienes también solicitaron la ciudadanía española en años recientes y fijaron residencia en Madrid. En este contexto, algunos analistas cuestionan si Beatriz Gutiérrez sigue un camino similar como medida de distanciamiento o resguardo político.
Por ahora, no hay pronunciamiento oficial de la escritora ni del expresidente López Obrador, pero el tema ya marca agenda en la conversación pública y plantea interrogantes sobre su futuro político, personal y mediático.
¿Una nueva vida en Europa para la ex primera dama? El tiempo lo dirá.
